Soy de esa clase de personas entienden  muy bien las ironías, que se callan las cosas cuando deben hacerlo y también de las que lo sueltan  todo de golpe en un momento de estrés y luego a veces se arrepienten. De las que ponen  una sonrisa cuando están mal y de las que les da miedo llorar. Soy también de esa clase de personas que le gusta disfrutar de cada momento, de esas insistentes que aunque sepan que uno más uno es dos, pueden discutirlo hasta quedarse sin aliento. De esas que no prefiere dejar un silencio antes que una palabra mal dicha, de esas que son capaces de repetir el mismo camino cien veces. Soy de esas que tienen su propia filosofía de vida, aunque luego no la pongan en práctica.